sábado, marzo 18, 2006

Carolina Hasbún




29 años, 3 hijos, un libro y unos cuantos árboles. Carolina estudió Psicología en la Uniacc y hoy cursa segundo año de Literatura en la Universidad del Desarrollo. Ha participado en los talleres de Cristián Warnken, Enrique Lafourcade y de Raúl zurita, quien prologó su libro “Sibila poesía” autopublicado el año 1998. Los poemas aquí presentados son inéditos, parte de su dedicado y silencioso oficio poético, un oficio que “se sostiene por sí mismo”, un viaje vertical al infinito.



Misivas Pasajeras

Misivas Pasajeras:

Retengan los momentos que no llegan,
Vuelvan nítido un instante
El aroma que hace un tiempo ya se extingue.


Nota clandestina:
Revive la mirada que desviste
Y hazlos como otrora sonreír
Pues sentíanse inocentes
Abandonados en los brazos de la noche embriagadora.


No eran sino miradas de ojos grandes
Transmitiendo en sus pupilas
Lo imposible.




El juicio

Si el día y la noche
Fuesen sólo facetas del tiempo,
Estados de ánimo,
Caprichos del cielo,
Buscaría siempre al alba
Para extraer su tibieza y energía.

Y por las tardes,
El sol, en su agonía,
Me entregaría al horizonte en llamas,
Para provocarme,
Inmersa en su arrebol enardecido,
Intensas pulsaciones,
Impulsos delirantes,
Prófugos placeres
Que se esconderían otra vez del juicio,
Aquel juicio que me gobierna desde un principio.




Trance

Silencio que seduces a mis voces.


Silencio que me invitas
A sumergirme dócil en tus aguas profundas.


Silencio, aliado mío,
Quiero explorar todos tus rincones,
Incluso el territorio donde las aguas terminan,
Donde las puertas se cierran,
Donde nacen y mueren todos los secretos.


Silencio:
Llévame despacio
Hacia esa zona impenetrable
Anclada al centro de todas las preguntas
Y déjame nadar un poco en el misterio.


Mas no quiero perderme en este enigma
Debes sacudirme de este trance.


Por eso recuerda, silencio amigo,
Al terminar el viaje,
Depositar mi cuerpo en la orilla de tus aguas
Para resurgir nueva hacia la superficie,
Emerger con más fuerza hacia la tierra.


Cuando ya no quede nada
No te olvides despertarme.

sábado, marzo 11, 2006

(Foto) Variaciones



Nota: Avisamos la actualización de la página de Claudio Roa.

jueves, marzo 02, 2006

Tránsito al fin

No pretendemos ser ruinas ni menos una plaza de estacionamiento. Este pequeño recodo se abre a otras voces; poetas, palladores, críticos, extranjeros o médicos de profesión quedan todos invitados a participar de la construcción de esta avenida eterna. Sólo nos reservamos el derecho de impedir que este espacio se convierta en una chacra, en un coro de voces vacías, en un lar cualquiera. Imágenes o palabras (y si algún día podemos sonido) bienvenidos sean a coparticipar con poesía y reflexión en torno a ella. No pretendemos ser libre expresión sino expresión meditada, un balcón entre el cielo y la tierra, una mezcla entre oficio (rigor) y sana alevosía, un pie entre Apolo y Dionisos.
Entre estos “varios No” sólo nos abocamos a la humilde tarea de llevar la poesía (o lo que quede de ella) a la lavandera de la esquina y de no crearnos escudos para defender terruños como formas de poder. Entre la virtualidad, la calle y el papel. No arte para las masas sino masas para el arte o al menos un acercamiento entre creador, creación y lector (re-creador). Bienvenidos sean, y si los asientos quedan vacíos o si nuestros pasos retumban en esta avenida, nos queda la certeza inequívoca de la perduración de la palabra.




P.D. Por último me queda agradecer la gran cantidad de mails recibidos tanto de participantes como de los que llegaron directamente por la página o el correr de la voz.

Pueden comunicarse a través de nuestra casilla invisible diego.personae@gmail.com.