el agua no piensa recibir su imagen”.
Zenrin Kushu.
Me gusta el sonido de las gaviotas
Ojos en la fuente
Jugábamos con mi hermana Fernanda
a quién podía tener los ojos abiertos
por más tiempo.
Después el sol nos iluminaba los ojos
como espejos en una fuente china,
y al mirarnos tanto rato
podíamos vernos el uno dentro del otro.
Dimensión inigualable
era el viajar por los ojos,
fijar la vista hasta perderse
en la misteriosa identidad de los sueños.
Pasábamos por mucho tiempo
con los ojos intactos
hasta no saber
si abrir o cerrar los ojos
era la entrada o la salida.
Paisaje Zen
Siempre dentro de un paisaje
tendremos la posibilidad de otro paisaje,
ir más allá del límite
donde los ojos
se cierran y se abren a voluntad,
llegar a un punto
en que todo comience hablar,
el agua te diga: soy el agua,
el bonsái te diga: soy algo grande
que crece en ti,
y el silencio te hable
Entre los árboles
a Colomba, Almendra y Bárbara
“Pero siempre habrá algo que te guste;
el vuelo del mirlo sobre el parque
o la muda compañía de los árboles”.
Francisco Véjar
Entre los árboles
mi hija no es más que un sueño
que aparece y desaparece.
Es la dicha inexplicable
que nos abandona y nos visita
sin término.
Una gran multitud de árboles
moldeando el silencio por las tardes,
la paz de una cama de hojas
para la siesta del verano.
Resucitar para habitar
sus ojos llenos de flores,
perderse entre las sombras de los árboles
para ser rescatado
por el murmullo del viento.
Ópera China
a Paulina Bravo
La muchacha ciega recuerda
que el maestro de música
suele decir:
“En la ópera china el silencio es una máscara
representada con música”.
Es así como a través del pensamiento
ella puede cantar con sus ojos
y darle vista a todas sus palabras,
dejar que el aroma de las imágenes
que la acompañan y la hacen vivir
se filtre por la estática del olvido,
y aquel silencio la visite con música
y nunca lo abandone.
(Fotografía de Hiroji Kubota)
Lin Yutang
El río es ahora
un largo espejo congelado
que refleja la sombra del samurai
luchando hasta después
de su muerte.
Una flor viaja por la nieve
llevando como ofrenda
su espíritu.
La vida continúa en el silencio.
El samurai es un monje
al final del invierno.
quien posee termina perdiendo,
quien pierde nunca aprendió a tener”
Caligrafía Zen.
El leñador
Cada leñador
posee una oración
para derribar un árbol.
Sabe muy bien
que el hacha debe enterrarse
a la altura del misterio
desde donde crecen los árboles.
Sabe muy bien
que cada golpe,
con esa hacha,
en ese árbol
es un golpe dado a sí mismo.
Sabe muy bien
que en ese movimiento
debe esforzarse hasta el final
para ser un árbol,
y el árbol debe esforzarse
hasta el final para ser un hombre.
Cuando el árbol
es derrumbado finalmente
queda la pulsación en la mano
de esa caída
y muy en el fondo
el leñador sabe
que en el ciclo
de la vida y la muerte
un leñador siempre será un árbol
y un árbol siempre será un hombre.
Peregrinar
Mi perro se convierte en lo que sueña
y lleva puesto mi rostro en su rostro
para peregrinar hasta el árbol
más distante de la lluvia.
Espera largamente el aullido
de mi boca en su boca
y derrama su cuerpo
en mi cuerpo
para exorcizar su ofrenda.
Duermen sus ojos en mis ojos
y confunde mi nombre con su nombre,
se pierde en mi espejo
para que yo pueda encontrarme en el suyo.
Asemeja su vida en mi vida
y desaparece su muerte con mi muerte.
Convoca su perdón con el mío
y regresa mi sueño a su sueño.
Retoma su edad en mis años
y hunde sus pasos
donde ya no llegan los míos.
2 comentarios:
Don Alejandro Cerda que trabajo en Plus Médica???
si es así lo felicito, sino también.
Nidia...
que pedazo de bobo....siempre hay un trasnochado que hace algo y le pone"Zen"..se enrosca y encima lo divulga...
habria que darle un poco de tratamiento YunMen, a ver si se aligera la carga...Vi la foto de perfil en el Facebook, y da justo con el perfil del salame Zen, que es el que se hace sacar la foto meditando o algo similar, "bambulesco"
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